...la Biblia de Jerusalén
Isaías 57, 17-21
17 Por culpa de su codicia me enojé y le herí, ocultándome en mi
enojo. Pero el rebelde seguía su capricho.
18 Sus caminos vi. Yo le curaré y le guiaré, y le daré ánimos a él y a
los que con él lloraban,
19 poniendo alabanza en los labios: ¡Paz, paz al de lejos y al de cerca!
- dice Yahveh -. Yo le curaré.»
20 Los malos son como mar agitada cuando no puede calmarse, cuyas
aguas lanzan cieno y lodo.
21 «No hay paz para los malvados» - dice mi Dios