Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Isaías 59, 1-10

1 Mirad, no es demasiado corta la mano de Yahveh para salvar, ni es
duro su oído para oír,

2 sino que vuestras faltas os separaron a vosotros de vuestro Dios, y
vuestros pecados le hicieron esconder su rostro de vosotros para no oír.

3 Porque vuestras manos están manchadas de sangre y vuestros dedos
de culpa, vuestros labios hablan falsedad y vuestra lengua habla perfidia.

4 No hay quien clame con justicia ni quien juzgue con lealtad. Se
confían en la nada y hablan falsedad, conciben malicia y dan a luz
iniquidad.

5 Hacen que rompan su cascarón las víboras y tejen telas de araña; el
que come de sus huevos muere, y si son aplastados sale una víbora.

6 Sus hilos no sirven para vestido ni con sus tejidos se pueden cubrir.

Sus obras son obras inicuas y acciones violentas hay en sus manos.

7 Sus pies corren al mal y se apresuran a verter sangre inocente. Sus
proyectos son proyectos inicuos, destrucción y quebranto en sus caminos.

8 Camino de paz no conocen, y derecho no hay en sus pasos. Tuercen
sus caminos para provecho propio, ninguno de los que por ellos pasan
conoce la paz.

9 Por eso se alejó de nosotros el derecho y no nos alcanzó la justicia.
Esperábamos la luz, y hubo tinieblas, la claridad, y
anduvimos en
oscuridad.

10 Palpamos la pared como los ciegos y como los que no tienen ojos
vacilamos. Tropezamos al mediodía como si fuera al anochecer,
y
habitamos entre los sanos como los muertos.