...la Biblia de Jerusalén
Isaías 63, 4-6
4 ¡Era el día de la venganza que tenía pensada, el año de mi desquite
era llegado!
5 Miré bien y no había auxiliador; me asombré de que no hubiera
quien apoyase. Así que me salvó mi propio brazo, y fue mi furia la que me
sostuvo.
6 Pisoteé a pueblos en mi ira, los pise con furia e hice correr por tierra
su sangre.