...la Biblia de Jerusalén
Isaías 63, 5-6
5 Miré bien y no había auxiliador; me asombré de que no hubiera
quien apoyase. Así que me salvó mi propio brazo, y fue mi furia la que me
sostuvo.
6 Pisoteé a pueblos en mi ira, los pise con furia e hice correr por tierra
su sangre.