5 Somos como impuros todos nosotros, como paño inmundo todas
nuestras obras justas. Caímos como la hoja todos nosotros, y nuestras
culpas como el viento nos llevaron.
6 No hay quien invoque tu nombre, quien se despierte para asirse a ti.
Pues encubriste tu rostro de nosotros, y nos dejaste a merced de
nuestras
culpas.