10 Sarón será majada de ovejas y el valle de Akor corral de vacas para
mi pueblo, los que me buscaron.
11 Mas vosotros, los que abandonáis a Yahveh, los que olvidáis mi
monte santo, los que ponéis una mesa a Gad y llenáis una copa a Mení,
12 Yo os destino a la espada y todos vosotros caeréis degollados,
porque os llamé y no respondisteis, hablé y no oísteis, sino que hicisteis lo
que me desagrada, y lo que no me gusta elegisteis.
13 Por tanto, así dice el Señor Yahveh: Mirad que mis siervos
comerán, mas vosotros tendréis hambre; mirad que mis siervos beberán,
mas vosotros tendréis sed; mirad que mis siervos se alegrarán, mas vosotros
padeceréis vergüenza;
14 mirad que mis siervos cantarán con corazón dichoso, mas vosotros
gritaréis con corazón triste, y con espíritu quebrantado gemiréis.
15 Dejaréis vuestro nombre a mis elegidos para que sirva de
imprecación: «¡Así te haga morir el Señor Yahveh...!», pero a sus siervos
les dará un nombre nuevo
16 tal que, quien desee ser bendecido en la tierra, deseará serlo en el
Dios del Amén, y quien jurare en la tierra, jurará en el Dios del
Amén;
cuando se hayan olvidado las angustias primeras, y cuando estén ocultas a
mis ojos.
17 Pues he aquí que yo creo cielos nuevos y tierra nueva, y no serán
mentados los primeros ni vendrán a la memoria;
18 antes habrá gozo y regocijo por siempre jamás por lo que voy a
crear. Pues he aquí que yo voy a crear a Jerusalén «Regocijo», y
a su
pueblo «Alegría»;
19 me regocijaré por Jerusalén y me alegraré por mi pueblo, sin que se
oiga allí jamás lloro ni quejido.
20 No habrá allí jamás niño que viva pocos días, o viejo que no llene
sus días, pues morir joven será morir a los cien años, y el que no alcance
los cien años será porque está maldito.