16 tal que, quien desee ser bendecido en la tierra, deseará serlo en el
Dios del Amén, y quien jurare en la tierra, jurará en el Dios del
Amén;
cuando se hayan olvidado las angustias primeras, y cuando estén ocultas a
mis ojos.
17 Pues he aquí que yo creo cielos nuevos y tierra nueva, y no serán
mentados los primeros ni vendrán a la memoria;
18 antes habrá gozo y regocijo por siempre jamás por lo que voy a
crear. Pues he aquí que yo voy a crear a Jerusalén «Regocijo», y
a su
pueblo «Alegría»;
19 me regocijaré por Jerusalén y me alegraré por mi pueblo, sin que se
oiga allí jamás lloro ni quejido.
20 No habrá allí jamás niño que viva pocos días, o viejo que no llene
sus días, pues morir joven será morir a los cien años, y el que no alcance
los cien años será porque está maldito.
21 Edificarán casas y las habitarán, plantarán viñas y comerán su
fruto.
22 No edificarán para que otro habite, no plantarán para que otro
coma, pues cuanto vive un árbol vivirá mi pueblo, y mis
elegidos
disfrutarán del trabajo de sus manos.
23 No se fatigarán en vano ni tendrán hijos para sobresalto, pues serán
raza bendita de Yahveh ellos y sus retoños con ellos.
24 Antes que me llamen, yo responderé; aún estarán hablando, y yo
les escucharé.