Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Isaías 66, 1-14

1 Así dice Yahveh: Los cielos son mi trono y la tierra el estrado de
mis pies, Pues ¿qué casa vais a edificarme, o qué lugar para mi reposo,

2 si todo lo hizo mi mano, y es mío todo ello? - Oráculo de Yahveh -.
Y ¿en quién voy a fijarme? En el humilde y contrito que tiembla a
mi
palabra.

3 Se inmola un buey, se abate un hombre, se sacrifica una oveja, se
desnuca un perro, se ofrece en oblación sangre de cerdo, se hace un
memorial de incienso, se bendice a los ídolos. Ellos mismos eligieron sus
propios caminos y en sus monstruos abominables halló su alma
complacencia.

4 También yo elegiré el vejarlos y sus temores traeré sobre ellos, por
cuanto que llamé y nadie respondió, hablé y no escucharon, sino que
hicieron lo que me parece mal y lo que no me gusta eligieron.

5 Escuchad la palabra de Yahveh, los que tembláis a su palabra.
Dijeron vuestros hermanos que os aborrecen, que os rechazan por causa de


mi nombre: «Que Yahveh muestre su gloria y veamos vuestra alegría.»
Pero ellos quedarán avergonzados.

6 Voz estruendosa viene de la ciudad, voz del Templo: la voz de
Yahveh que paga el merecido a sus enemigos.

7 Antes de tener dolores dio a luz, antes de llegarle el parto dio a luz
varón.

8 ¿Quién oyó tal? ¿Quién vio cosa semejante? ¿Es dado a luz un país
en un solo día? ¿O nace un pueblo todo de una vez? Pues bien: Tuvo
dolores y dio a luz Sión a sus hijos.

9 ¿Abriré yo el seno sin hacer dar a luz - dice Yahveh - o lo cerraré
yo, que hago dar a luz? - Dice tu Dios.

10 Alegraos, Jerusalén, y regocijaos por ella todos los que la amáis,
llenaos de alegría por ella todos los que por ella hacíais duelo;

11 de modo que maméis y os hartéis del seno de sus consuelos, de
modo que chupéis y os deleitéis de los pechos de su gloria.

12 Porque así dice Yahveh: Mirad que yo tiendo hacia ella, como río
la paz, y como raudal desbordante la gloria de las
naciones, seréis
alimentados, en brazos seréis llevados y sobre las rodillas
seréis
acariciados.

13 Como uno a quien su madre le consuela, así yo os consolaré (y por
Jerusalén seréis consolados).

14 Al verlo se os regocijará el corazón, vuestros huesos como el
césped florecerán, la mano de Yahveh se dará a conocer a sus siervos, y su
enojo a sus enemigos.