3 Entonces Yahveh dijo a Isaías: «Ea, sal con tu hijo Sear Yasub al
final del caño de la alberca superior, por la calzada del campo del Batanero,
al encuentro de Ajaz,
4 y dile: «¡Alerta, pero ten calma! No temas, ni desmaye tu corazón
por ese par de cabos de tizones humeantes,
5 ya que Aram, Efraím y el hijo de Remalías han maquinado tu ruina
diciendo: