Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Isaías 7, 7-25

7 Así ha dicho el Señor Yahveh: No se mantendrá, ni será así;

8 porque la capital de Aram es Damasco, y el cabeza de Damasco,
Rasón; Pues bien: dentro de sesenta y cinco años, Efraím dejará de
ser
pueblo.

9 La capital de Efraím es Samaría, y el cabeza de Samaría, el hijo de
Remalías. Si no os afirmáis en mí no seréis firmes.»

10 Volvió Yahveh a hablar a Ajaz diciendo:

11 «Pide para ti una señal de Yahveh tu Dios en lo profundo del seol o
en lo más alto.»

12 Dijo Ajaz: «No la pediré, no tentaré a Yahveh.»

13 Dijo Isaías: «Oíd, pues, casa de David: ¿Os parece poco cansar a
los hombres, que cansáis también a mi Dios?

14 Pues bien, el Señor mismo va a daros una señal: He aquí que una
doncella está encinta y va a dar a luz un hijo, y le pondrá por
nombre
Emmanuel.


15 Cuajada y miel comerá hasta que sepa rehusar lo malo y elegir lo
bueno.

16 Porque antes que sepa el niño rehusar lo malo y elegir lo bueno,
será abandonado el territorio cuyos dos reyes te dan miedo.

17 Yahveh atraerá sobre ti y sobre tu pueblo y sobre la casa de tu
padre, días cuales no los hubo desde aquel en que se apartó Efraím de Judá
(el rey de Asur).

18 Aquel día silbará Yahveh al enjambre que hay en los confines de
los ríos de Egipto, y a las abejas que hay en tierra de Asur;

19 vendrán y se posarán todas ellas en las quebradas, en los resquicios
de las peñas, en todas las corrientes y en todos los arroyos.

20 Aquel día rapará el Señor con navaja alquilada allende el Río, con
el rey de Asur, la cabeza y el vello de las piernas y también la
barba
afeitará,

21 Aquel día criará cada uno una novilla y un par de ovejas.

22 Y así de tanto dar leche, comerá cuajada, porque «cuajada y miel
comerá todo el que quedare dentro del país».

23 Aquel día, cualquier lugar donde antes hubo mil cepas por valor de
mil piezas de plata, será de la zarza y el abrojo.

24 Con flechas y arco se entrará allí, pues zarza y abrojo será toda la
tierra,

25 y en ninguno de los montes que se desbrozan con la azada se podrá
entrar por temor de las zarzas y abrojos; será dehesa de bueyes y pastizal de
ovejas.»