2 Así dice Yahveh: Al proceder de los gentiles no os habituéis, ni de
los signos celestes os espantéis. ¡Que se espanten de ellos los gentiles!
3 Porque las costumbres de los gentiles son vanidad: un madero del
bosque, obra de manos del maestro que con el hacha lo cortó,
4 con plata y oro lo embellece, con clavos y a martillazos se lo sujeta
para que no se menee.
5 Son como espantajos de pepinar, que ni hablan. Tienen que ser
transportados, porque no andan. No les tengáis miedo, que no hacen ni bien
ni mal.
6 No hay como tú, Yahveh; grande eres tú, y grande tu Nombre en
poderío.
7 ¿Quién no te temerá, Rey de las naciones? Porque a ti se te debe eso.
Porque entre todos los sabios de las naciones y entre todos sus
reinos no
hay nadie como tú.