18 Yahveh me lo hizo saber, y me enteré de ello. Entonces me
descubriste, Yahveh, sus maquinaciones.
19 Y yo que estaba como cordero manso llevado al matadero, sin
saber que contra mí tramaban maquinaciones: «Destruyamos el árbol en su
vigor; borrémoslo de la tierra de los vivos, y su nombre no vuelva
a
mentarse.»
20 ¡Oh Yahveh Sebaot, juez de lo justo, que escrutas los riñones y el
corazón!, vea yo tu venganza contra ellos, porque a ti he
manifestado mi
causa.