10 Yo, Yahveh, exploro el corazón, pruebo los riñones, para dar a
cada cual según su camino, según el fruto de sus obras.
11 La perdiz incuba lo que no ha puesto; así es el que hace dinero,
mas no con justicia: en mitad de sus días lo ha de dejar y a la
postre
resultará un necio.
12 Solio de Gloria, excelso desde el principio, es el lugar de nuestro
santuario...
13 Esperanza de Israel, Yahveh: todos los que te abandonan serán
avergonzados, y los que se apartan de ti, en la tierra serán
escritos, por
haber abandonado el manantial de aguas vivas, Yahveh.
14 Cúrame, Yahveh, y sea yo curado; sálvame, y sea yo salvo, pues mi
prez eres tú.