7 Bendito sea aquel que fía en Yahveh, pues no defraudará Yahveh su
confianza.
8 Es como árbol plantado a las orillas del agua, que a la orilla de la
corriente echa sus raíces. No temerá cuando viene el calor, y estará
su
follaje frondoso; en año de sequía no se inquieta ni se retrae de dar fruto.
9 El corazón es lo más retorcido; no tiene arreglo: ¿quién lo conoce?
10 Yo, Yahveh, exploro el corazón, pruebo los riñones, para dar a
cada cual según su camino, según el fruto de sus obras.