1 Palabra que fue dirigida a Jeremías de parte de Yahveh:
2 Levántate y baja a la alfarería, que allí mismo te haré oír mis
palabras.
3 Bajé a la alfarería, y he aquí que el alfarero estaba haciendo un
trabajo al torno.
4 El cacharro que estaba haciendo se estropeó como barro en manos
del alfarero, y éste volvió a empezar, trasformándolo en otro cacharro
diferente, como mejor le pareció al alfarero.
5 Entonces me fue dirigida la palabra de Yahveh en estos términos:
6 ¿No puedo hacer yo con vosotros, casa de Israel, lo mismo que este
alfarero? - oráculo de Yahveh -. Mirad que como el barro en la mano del
alfarero, así sois vosotros en mi mano, casa de Israel.
7 De pronto hablo contra una nación o reino, de arrancar, derrocar y
perder;
8 pero se vuelve atrás de su mal aquella gente contra la que hablé, y
yo también desisto del mal que pensaba hacerle.
9 Y de pronto hablo, tocante a una nación o un reino, de edificar
y
plantar;
10 pero hace lo que parece malo desoyendo mi voz, y entonces yo
también desisto del bien que había decidido hacerle.