...la Biblia de Jerusalén
Jeremías 20, 12-18
12 ¡Oh Yahveh Sebaot, juez de lo justo, que escrutas los riñones y el
corazón!, vea yo tu venganza contra ellos, porque a ti he encomendado mi
causa.
13 Cantad a Yahveh, alabad a Yahveh, porque ha salvado la vida de
un pobrecillo de manos de malhechores.
14 ¡Maldito el día en que nací! ¡el día que me dio a luz mi madre no
sea bendito!
15 ¡Maldito aquel que felicitó a mi padre diciendo: «Te ha nacido un
hijo varón», y le llenó de alegría!
16 Sea el hombre aquel semejante a las ciudades que destruyó Yahveh
sin que le pesara, y escuche alaridos de mañana y gritos de ataque
al
mediodía.
17 ¡Oh, que no me haya hecho morir desde el vientre, y hubiese sido
mi madre mi sepultura, con seno preñado eternamente!
18 ¿Para qué haber salido del seno, a ver pena y aflicción, y a
consumirse en la vergüenza mis días?