Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Jeremías 25, 14-33

14 (Pues también a ellos los reducirán a servidumbre muchas naciones
y reyes grandes, y les pagaré según sus obras y según la hechura
de sus
manos.)

15 Así me ha dicho Yahveh Dios de Israel: Toma esta copa de vino de
furia, y hazla beber a todas las naciones a las que yo te envíe;

16 beberán, y trompicarán, y se enloquecerán ante la espada que voy a
soltar entre ellas.

17 Tomé la copa de mano de Yahveh, e hice beber a todas las
naciones a las que me había enviado Yahveh:

18 (a Jerusalén y a las ciudades de Judá, a sus reyes y a sus
principales, para trocarlo todo en desolación, pasmo, rechifla y maldición,
como hoy está sucediendo);

19 a Faraón, rey de Egipto, a sus siervos, a sus principales y a todo su
pueblo,

20 a todos los mestizos (a todos los reyes de Us); a todos los reyes de
Filistea: a Ascalón, Gaza, Ecrón y al residuo de Asdod;

21 a Edom, Moab, y los ammonitas,

22 a (todos) los reyes de Tiro, a (todos) los reyes de Sidón y a
los
reyes de las islas de allende el mar;

23 a Dedán, Temá, Buz; a todos los que se afeitan las sienes,

24 a todos los reyes de Arabia y a todos los reyes de los mestizos
habitantes del desierto;

25 (a todos los reyes de Zimrí) a todos los reyes de Elam y a todos los
reyes de Media,

26 a todos los reyes del norte, los próximos y los remotos, cada uno
con su hermano, y a todos los reinos que hay sobre la haz de la tierra. (Y el
rey de Sesak beberá después de ellos.)

27 Y les dirás: Así dice Yahveh Sebaot, el Dios de Israel: Bebed,
emborrachaos, vomitad, caed y no os levantéis delante de la espada que yo
voy a soltar entre vosotros.

28 Y si rehúsan tomar la copa de tu mano para beber, les dices: Así
dice Yahveh Sebaot: Tenéis que beber sin falta,

29 porque precisamente por la ciudad que lleva mi Nombre empiezo a
castigar; ¿y vosotros, quedaréis impunes?: ¡no, no quedaréis!, porque
a la
espada llamo yo contra todos los habitantes de la tierra - oráculo de Yahveh
Sebaot -.


30 Tú, pues, les profetizas todas estas palabras y les dices: Yahveh
desde lo alto ruge, y desde su santa Morada da su voz. Ruge contra
su
aprisco: grita como los lagareros. A todos los habitantes de la tierra

31 llega el eco, hasta el fin de la tierra. Porque pleitea Yahveh con las
naciones y vence en juicio a toda criatura. A los malos los entrega
a la
espada - oráculo de Yahveh -.

32 Así dice Yahveh Sebaot: Mirad que una desgracia se propaga de
nación a nación, y una gran tormenta surge del fin del mundo.

33 Habrá víctimas de Yahveh en aquel día de cabo a cabo de la tierra;
no serán plañidos ni recogidos ni sepultados más: se volverán
estiércol
sobre la haz de la tierra.