18 Y si ellos son profetas y la palabra de Yahveh les acompaña, que
conjuren, ea, a Yahveh Sebaot para que los objetos que quedaron en la Casa
de Yahveh, en la casa del rey de Judá y en Jerusalén no vayan a Babilonia.
19 Porque así dice Yahveh Sebaot de las columnas, del Mar, de las
basas y de los demás objetos que quedaron en esta ciudad,
20 de los cuales no se apoderó Nabucodonosor, rey de Babilonia, al
deportar a Jeconías, hijo de Yoyaquim, rey de Judá, de Jerusalén a
Babilonia (así como a todos los nobles de Judá y Jerusalén).
21 Sí, porque así dice Yahveh Sebaot, el Dios de Israel, respecto a los
objetos que quedaron en la Casa de Yahveh, en la casa del rey de Judá y en
Jerusalén:
22 A Babilonia serán llevados (y allí estarán hasta el día que yo los
visite) - oráculo de Yahveh - (y entonces los subiré y devolveré a
este
lugar).»