6 tomad mujeres y engendrad hijos e hijas; casad a vuestros hijos y
dad vuestras hijas a maridos para que den a luz hijos e hijas, y medrad allí y
no mengüéis;
7 procurad el bien de la ciudad a donde os he deportado y orad por ella
a Yahveh, porque su bien será el vuestro.
8 Así dice Yahveh Sebaot, el dios de Israel: No os embauquen los
profetas que hay entre vosotros ni vuestros adivinos, y no hagáis
caso de
vuestros soñadores que sueñan por cuenta propia,
9 porque falsamente os profetizan en mi Nombre. Yo no los he
enviado - oráculo de Yahveh -.
10 «Pues así dice Yahveh: Al filo de cumplírsele a Babilonia setenta
años, yo os visitaré y confirmaré sobre vosotros mi favorable promesa
de
volveros a este lugar;
11 que bien me sé los pensamientos que pienso sobre vosotros -
oráculo de Yahveh - pensamientos de paz, y no de desgracia, de daros un
porvenir de esperanza.
12 Me invocaréis y vendréis a rogarme, y yo os escucharé.
13 Me buscaréis y me encontraréis cuando me solicitéis de todo
corazón;
14 me dejaré encontrar de vosotros (- oráculo de Yahveh -; devolveré
vuestros cautivos, os recogeré de todas las naciones y lugares a
donde os
arrojé - oráculo de Yahveh - y os haré tornar al sitio de donde os hice que
fueseis desterrados).
15 «En cuanto a eso que decís: “Nos ha suscitado Yahveh profetas en
Babilonia”,
16 así dice Yahveh del rey que se sienta sobre el solio de David y de
todo el pueblo que se asienta en esta ciudad, los hermanos vuestros que no
salieron con vosotros al destierro;
17 así dice Yahveh Sebaot: He aquí que yo suelto contra ellos la
espada, el hambre y la peste, y los pondré como aquellos higos reventados,,
tan malos que no se podían comer.