1 «Supongamos que despide un marido a su mujer; ella se va de su
lado y es de otro hombre: ¿podrá volver a él? ¿no sería como una
tierra
manchada?» Pues bien, tú has fornicado con muchos compañeros, ¡y vas a
volver a mí! - oráculo de Yahveh -.
2 Alza los ojos a los calveros y mira: ¿en dónde no fuiste gozada? A la
vera de los caminos te sentabas para ellos, como el árabe en el desierto, y
manchaste la tierra con tus fornicaciones y malicia.
3 Se suspendieron las lloviznas de otoño, y faltó lluvia tardía; pero tú
tenías rostro de mujer descarada, rehusaste avergonzarte.
4 ¿Es que entonces mismo no me llamabas: «Padre mío; el amigo de
mi juventud eres tú?;