Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Jeremías 3, 3-13

3 Se suspendieron las lloviznas de otoño, y faltó lluvia tardía; pero tú
tenías rostro de mujer descarada, rehusaste avergonzarte.

4 ¿Es que entonces mismo no me llamabas: «Padre mío; el amigo de
mi juventud eres tú?;

5 ¿tendrá rencor para siempre?, ¿lo guardará hasta el fin?» Ahí tienes
cómo has hablado; las maldades que hiciste las has colmado.

6 Yahveh me dijo en tiempos del rey Josías: ¿Has visto lo que hizo
Israel, la apóstata? Andaba ella sobre cualquier monte elevado y
bajo
cualquier árbol frondoso, fornicando allí.

7 En vista de lo que había hecho, dije: «No vuelvas a mí.» Y no
volvió. Vio esto su hermana Judá, la pérfida;

8 vio que a causa de todas las fornicaciones de Israel, la apóstata, yo la
había despedido dándole su carta de divorcio; pero no hizo caso su hermana
Judá, la pérfida, sino que fue y fornicó también ella,

9 tanto que por su liviandad en fornicar manchó la tierra, y fornicó con
la piedra y con el leño.

10 A pesar de todo, su hermana Judá, la pérfida, no se volvió a mí de
todo corazón, sino engañosamente - oráculo de Yahveh.

11 Y me dijo Yahveh: Más justa se ha manifestado Israel, la apóstata,
que Judá, la pérfida.

12 Anda y pregona estas palabras al Norte y di: Vuelve, Israel
apóstata, - oráculo de Yahveh -; no estará airado mi semblante contra
vosotros, porque piadoso soy - oráculo de Yahveh - no guardo rencor para
siempre.


13 Tan sólo reconoce tu culpa, pues contra Yahveh tu Dios te
rebelaste, frecuentaste a extranjeros bajo todo árbol frondoso, y mi voz no
oísteis - oráculo de Yahveh -.