5 Así dice Yahveh: Voces estremecedoras oímos: ¡Pánico, y no paz!
6 Id a preguntar, y ved si pare el macho. Entonces ¿por qué he visto a
todo varón con las manos en las caderas, como la que da a luz, y todas las
caras se han vuelto amarillas?
7 ¡Ay! porque grande es aquel día, sin semejante, y tiempo de angustia
es para Jacob; pero de ella quedará salvo.
8 (Acontecerá aquel día - oráculo de Yahveh Sebaot - que romperé el
yugo de sobre tu cerviz y tus coyundas arrancaré, y no te servirán más los
extranjeros,
9 sino que Israel y Judá servirán a Yahveh su Dios y a David su rey,
que yo les suscitaré.)