8 Vino, pues, a mí Janamel, hijo de mi tío, conforme al dicho de
Yahveh, al patio de la guardia, y me dijo: «Ea, cómprame el campo
de
Anatot - que cae en territorio de Benjamín - porque tuyo es el derecho de
adquisición y a ti te toca el rescate. Cómpratelo.» Yo reconocí en aquello la
palabra de Yahveh,
9 y compré a Janamel, hijo de mi tío, el campo que está en Anatot. Le
pesé la plata: diecisiete siclos de plata.
10 Lo apunté en mi escritura, sellé, aduje testigos y pesé la plata en la
balanza.