5 se traba combate con los caldeos para llenar la ciudad de cadáveres
humanos, a los que herí en mi ira y mi furor, y por cuya malicia oculté mi
rostro de esta ciudad.
6 He aquí que yo les aporto su alivio y su medicina. Los curaré y les
descubriré una corona de paz y seguridad.
7 Haré tornar a los cautivos de Judá y a los cautivos de Israel y
los
reedificaré como en el pasado,
8 y los purificaré de toda culpa que cometieron contra mí, y perdonaré
todas las culpas que cometieron contra mí, y con que me fueron rebeldes.
9 Jerusalén será para mí un nombre evocador de alegría, será prez y
ornato para todas las naciones de la tierra que oyeren todo el bien que voy
a hacerle, y se asustarán y estremecerán de tanta bondad y de tanta
paz
como voy a concederle.
10 Así dice Yahveh: Aún se oirá en este lugar, del que vosotros decís
que está abandonado, sin personas ni ganados, en todas las ciudades de Judá
y en las calles de Jerusalén desoladas, sin personas ni habitantes ni ganados,
11 voz de gozo y de alegría, la voz del novio y la voz de la novia, la
voz de cuantos traigan sacrificios de alabanza a la Casa de Yahveh
diciendo: «Alabad a Yahveh Sebaot, porque es bueno Yahveh, porque es
eterno su amor», pues haré tomar a los cautivos del país, y volverán a ser
como antes - dice Yahveh -.
12 Así dice Yahveh Sebaot: Aún habrá en este lugar abandonado de
hombres y ganados y en todas sus ciudades, dehesa de pastores que hagan
acostarse a las ovejas: