Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Jeremías 35, 11-19

11 Pero al subir Nabucodonosor, rey de Babilonia, contra el país,
dijimos: “Venid y entremos en Jerusalén, para huir de las fuerzas caldeas y
de las de Arán”, y nos instalamos en Jerusalén.»

12 Entonces fue dirigida la palabra de Yahveh a Jeremías como sigue:

13 Así dice Yahveh Sebaot, el Dios de Israel: Ve y dices a los
hombres de Judá y a los habitantes de Jerusalén: ¿ No aprenderéis la lección
que os invita a escuchar mis palabras? - oráculo de Yahveh -.

14 Se ha cumplido la palabra de Yonadab, hijo de Rekab, que prohibió
a sus hijos beber vino, y no han bebido hasta la fecha, porque obedecieron
la orden de su padre. Yo me afané en hablaros a vosotros y no me oísteis.

15 Me afané en enviaros a todos mis siervos los profetas a deciros: Ea,
tornad cada uno de vuestro mal camino, mejorad vuestras acciones y no
andéis en pos de otros dioses para servirles, y os quedaréis en la tierra que
os di a vosotros y a vuestros padres; mas no aplicasteis el oído
ni me
hicisteis caso.

16 Así, los hijos de Yonadab, hijo de Rekab, han cumplido el precepto
que su padre les impuso, mientras que este pueblo no me ha hecho caso.

17 Por tanto, así ha dicho Yahveh, el Dios Sebaot, el Dios de Israel:
He aquí que yo traigo contra Judá y contra los habitantes de Jerusalén todo
el mal que pronuncié respecto a ellos, por cuanto les hablé y no me oyeron,
les llamé y no me respondieron.

18 A la casa de los rekabitas dijo Jeremías: «Así dice Yahveh Sebaot,
el Dios de Israel: Por cuanto que habéis hecho caso del precepto de vuestro
padre Yonadab y habéis guardado todos esos preceptos y obrado conforme
a cuanto os mandó,

19 por lo mismo, así dice Yahveh Sebaot, el Dios de Israel: No faltará
a Yonadab, hijo de Rekab, quien siga ante mi faz todos los días.»