10 Baruc, pues, leyó en el libro las palabras de Jeremías en la Casa de
Yahveh, en la cámara de Guemarías, hijo de Safán el escriba, en el patio
alto, a la entrada de la Puerta Nueva de la Casa de Yahveh, a oídos de todo
el pueblo.
11 Oye Miqueas, hijo de Guemarías, hijo de Safán, todas las palabras
de Yahveh según el libro,
12 baja a la casa del rey, al cuarto del escriba, y se encuentra con que
allí estaban todos los jefes sentados: el escribano Elisamá, Delaías, hijo de
Semaías, Elnatán, hijo de Akbor, Guemarías, hijo de Safán, Sedecías, hijo
de Jananías, y todos los demás jefes.
13 Y Miqueas declaró todas las palabras que había oído leer a Baruc
en el libro a oídos del pueblo.
14 Entonces todos los jefes enviaron a Yehudí, hijo de Netanías, hijo
de Selemías, hijo de Kusí a decir a Baruc: «Toma en tus propias manos el
rollo en el que has leído en voz alta al pueblo y vente.» Baruc,
hijo de
Neriyías, tomó el rollo en sus manos y se dirigió adonde ellos.
15 Dícenle: «Ea, siéntate y ten a bien leérnoslo a nosotros.» Y Baruc
se lo leyó.
16 Como oyeron todas aquellas palabras, se asustaron y dijeron cada
cual a su vecino: «Anunciemos sin falta al rey todas estas palabras.»
17 Y a Baruc le pidieron: «Explícanos cómo has escrito todas estas
palabras.»
18 Díceles Baruc: «Al dictado. El me recitaba todas estas palabras y
yo las iba escribiendo en el libro con tinta.»
19 Dicen los jefes a Baruc: «Vete, escondeos tú y Jeremías, y que
nadie sepa dónde estáis.»
20 Y entraron adonde el rey, a la corte (el rollo lo consignaron en la
cámara de Elisamá el escriba) y anunciaron a oídos del rey todas aquellas
palabras.
21 Entonces envió el rey a Yehudí a apoderarse del rollo, y éste lo
tomó del cuarto de Elisamá el escriba. Y Yehudí lo leyó en voz alta al rey y
a todos los jefes que estaban en pie en torno al rey.