24 Ni se asustaron ni se rasgaron los vestidos el rey ni ninguno de sus
siervos que oían todas estas cosas,
25 y por más que Elnatán, Delaías y Guemarías suplicaron el rey que
no quemara el rollo, no les hizo caso.
26 Luego el rey ordenó a Yerajmeel, hijo del rey, a Seraías, hijo
de
Azriel, y a Selemías, hijo de Abdel, apoderarse del escriba Baruc y
del
profeta Jeremías, pero Yahveh los ocultó.