Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Jeremías 4, 31-31

31 Y entonces oí una voz como de parturienta, gritos como de
primeriza: era la voz de la hija de Sión, que gimiendo extendía sus palmas:

«¡Ay, pobre de mí, que mi alma desfallece a manos de asesinos!»