4 Circuncidaos para Yahveh y extirpad los prepucios de vuestros
corazones, hombres de Judá y habitantes de Jerusalén; no sea que
brote
como fuego mi saña, y arda y no haya quien la apague, en vista de vuestras
perversas acciones.
5 Avisad en Judá y que se oiga en Jerusalén. Tañed el cuerno por el
país, pregonad a voz en grito: ¡Juntaos, vamos a las plazas fuertes!