8 Por ende, ceñíos de sayal, endechad y plañid: - «¡No; no se va de
nosotros la ardiente ira de Yahveh!»
9 Sucederá aquel día - oráculo de Yahveh - que se perderá el ánimo
del rey y el de los príncipes, se pasmarán los sacerdotes, y los profetas se
espantarán.