3 y lo ha cumplido. Yahveh ha hecho conforme había predicho. Y esto
os ha sucedido porque pecasteis contra Yahveh y no oísteis su voz.
4 Ahora bien, desde hoy te suelto las esposas de tus muñecas. Si te
parece bien venirte conmigo a Babilonia, vente, y yo miraré por ti. Pero si
te parece mal venirte conmigo a Babilonia, déjalo. Mira, tienes toda la tierra
por delante; adonde mejor y más cómodo te parezca ir, vete.»
5 Aún no había dado media vuelta cuando le dijo: «Vuelve adonde
Godolías, hijo de Ajicam, hijo de Safán, a quien el rey de
Babilonia ha
encargado de las ciudades de Judá, y quédate a vivir con él entre esta gente.
En suma, vete adonde mejor te acomode.» Luego el jefe de la guardia
le
proporcionó algunos víveres y ayuda de costa y le despidió.
6 Jeremías, por su parte, vino al lado de Godolías, hijo de Ajicam, a
Mispá, y se quedó a vivir con él entre la población que había quedado en el
país.
7 Todos los jefes de guerrilleros, así como sus hombres, oyeron cómo
el rey de Babilonia había encargado del país a Godolías, hijo de Ajicam, y
cómo le había encargado de los hombres, mujeres, niños y de aquella gente
baja de la tierra, que no habían sido deportados a Babilonia,
8 y fueron donde Godolías, a Mispá, Ismael, hijo de Netanías,
Yojanán y Jonatán, hijo de Caréaj, Seraías, hijo de Tanjumet, los hijos de
Efay el netofita y Yaazanías de Maaká en compañía de sus hombres.
9 Godolías, hijo de Ajicam, hijo de Safán, les hizo un juramento a
ellos y a sus hombres: «No temáis ser siervos de los caldeos. Quedaos en el
país y servid al rey de Babilonia, y os irá bien.