7 Y así que hubieron entrado dentro de la ciudad, Ismael, hijo de
Netanías, los degolló con la ayuda de sus hombres, y los echó dentro de una
cisterna.
8 Entre aquellos hombres hubo diez que dijeron a Ismael: «No nos
mates, que en el campo tenemos escondites de trigo, cebada, aceite y miel.»
Y no les mató como a sus hermanos.
9 La cisterna adonde echó Ismael todos los cadáveres de los hombres
que mató, era la cisterna grande. Es la que hizo el rey Asá para prevenirse
contra Basá, rey de Israel; Ismael, hijo de Netanías, la llenó de asesinados.
10 Luego Ismael hizo prisioneros a todo el resto del pueblo que
quedaba en Mispá, a las hijas del rey y a todo el pueblo que
quedaba en
Mispá, que Nebuzaradán, jefe de la guardia, había encomendado
a
Godolías, hijo de Ajicam; y de madrugada se fue Ismael, hijo de Netanías, a
pasarse a los ammonitas.