7 Pues bien, al cabo de diez días fue dirigida la palabra de Yahveh a
Jeremías.
8 Este llamó a Yojanán, hijo de Caréaj, a todos los jefes de las fuerzas
que había con él y al pueblo todo, del chico al grande,
9 y les dijo: «Así dice Yahveh, el Dios de Israel, a quien me habéis
enviado en demanda de su favor:
10 Si os quedáis a vivir en esta tierra, yo os edificaré y no os destruiré,
os plantaré y no os arrancaré, porque me pesa del mal que os he hecho.
11 No temáis al rey de Babilonia, que tanto os asusta: no temáis nada
de él - oráculo de Yahveh - que con vosotros estoy yo para
salvaros y
libraros de su mano.
12 Haré que se os tenga compasión y él os la tendrá y os devolverá a
vuestro suelo.
13 Pero si decís vosotros: “No nos quedamos en este país”, desoyendo
así la voz de vuestro Dios Yahveh,
14 diciendo: “No, sino que al país de Egipto iremos, donde no veamos
guerra, ni oigamos toque de cuerno, ni tengamos hambre de pan, y allí nos
quedaremos”;