8 Entonces fue dirigida la palabra de Yahveh a Jeremías en Tafnis
como sigue:
9 Toma en tus manos piedras grandes, y las hundes en el cemento de
la terraza que hay a la entrada del palacio de Faraón en Tafnis, a vista de los
judíos,
10 y les dices: Así dice Yahveh Sebaot, el Dios de Israel: He aquí que
yo mando en busca de mi siervo Nabucodonosor, rey de Babilonia, y
pondrá su sede por encima de estas piedras que he enterrado, y desplegaré
su pabellón sobre ellas.
11 Vendrá y herirá a Egipto, quien sea para la muerte, a la muerte;
quien para el cautiverio, al cautiverio; quien para la espada, a la espada;
12 y prenderá fuego a los templos de los dioses de Egipto, los
incendiará, y a los dioses les hará cautivos. Despiojará a Egipto
como
despioja un pastor su zalea, y saldrá de allí victorioso.
13 Romperá los cipos de Bet Semes que hay en Egipto, y los templos
de los dioses egipcios abrasará.