Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Jeremías 48, 11-47

11 Tranquilo estaba Moab desde su mocedad, y quieto se estaba en sus
atalayas. Nunca fue trasegado, ni al destierro marchó. Por eso le duraba su
gusto, y su sabor no se picó.

12 Empero, he aquí que días vienen, - oráculo de Yahveh - en que yo
le he de enviar decantadores que lo decanten. Sus vasijas vaciarán,
y sus
odres reventarán.

13 Se avergonzará Moab de Kemós, como se avergonzó la casa de
Israel de Betel, en el que confiaba.

14 ¿Cómo decís: «Valientes somos, y hombres fuertes para la
guerra»?

15 Moab está devastado; han escalado sus ciudades, y la flor de sus
mancebos bajaron a la matanza - oráculo del Rey cuyo nombre es Yahveh
Sebaot.

16 El infortunio de Moab es inminente, y su calamidad se precipita.
17 Lloradle, todos sus vecinos y todos los que conocen su nombradía.

Decid: «¿Cómo ha sido quebrantada la vara poderosa, el báculo precioso?»
18 Desciende del honor y siéntate en la tierra seca, población hija de

Dibón, porque el devastador de Moab ha subido contra ti, ha destruido tus
fortalezas.

19 En el camino párate y otea, población de Aroer; pregunta al
fugitivo y al escapado; di: «¿Qué ha sucedido?»

20 Confuso está Moab porque fue destruido. Ululad y clamad.
Anunciad en el Arnón que ha sido saqueado Moab.

21 Y la sentencia ha llegado a la meseta, a Jolón, a Yahsá y a Mefaat,
22 a Dibón, a Nebo y a Bet Diblatáyim,

23 a Quiryatáyim, a Bet Gamul y a Bet Maón,

24 a Queriyyot, a Bosrá y a todas las ciudades de la tierra de Moab, las
lejanas y las cercanas.

25 «Se partió el cuerno de Moab y su brazo se rompió», - oráculo de
Yahveh -.

26 Emborrachadle porque contra Yahveh se engrandeció. Moab se
revolcará en su vómito, y quedará en ridículo él también.

27 Pues qué, ¿no te pareció a ti ridículo Israel? ¿o quizá entre ladrones
fue sorprendido, que siempre que hablas de él meneas la cabeza?

28 «Dejad las ciudades y acomodaos en la peña, habitantes de Moab,
sed como la paloma cuando anida en las paredes de las simas...»

29 Hemos oído la arrogancia de Moab: ¡es muy arrogante!, su orgullo,
su arrogancia, su altanería y la soberbia de su corazón.

30 Conozco - oráculo de Yahveh - su presunción, y que sus bravatas
no son como sus hechos.

31 Así que, por Moab ulularé y por Moab entero gritaré; por los
hombres de Quir Jeres suspiraré:


32 Más que se lloró a Yazer lloraré por ti, ¡oh viña de Sibmá! Tus
sarmientos pasaban la mar, hasta Yazer alcanzaban. Sobre tu cosecha y
sobre tu vendimia el saqueador se abatió,

33 y fue quitada alegría y alborozo de Carmelo y del país de Moab, y
el vino a los trujales he quitado, no se oye el grito alegre del pisador, ya no
se oyen gritos.

34 De tanto gritar en Jesbón, hasta Elalé, hasta Yahas llegaron las
voces desde Soar hasta Joronáyim, - Eglat Selisiyyá -, porque también las
aguas de Nimrim se han trocado en aridez.

35 Quitaré a Moab - oráculo de Yahveh - de subirse al alto e incensar
a sus dioses.

36 Por eso mi corazón por Moab como flauta resuena, porque cuanto
habían guardado se perdió,

37 pues toda cabeza ha sido rapada y toda barba raída: en todas las
manos arañazos y en todos los lomos saco,

38 en todos los terrados de Moab y por sus calles todo el mundo se
lamentaba, porque he quebrantado a Moab como vaso de desecho - oráculo
de Yahveh -.

39 ¡Cómo has sido destruida! ululad. ¡Cómo ha vuelto la espalda
Moab con vergüenza, y ha venido a ser Moab la burla y el espanto de todos
sus vecinos!

40 Porque así ha dicho Yahveh: (Ved cómo cual un águila se remonta
y extiende sus alas sobre Moab.)

41 Tomadas fueron las plazas, y las fortalezas ocupadas. (Vendrá a ser
el corazón de los valientes de Moab en aquel día como corazón de mujer en
parto.)

42 Devastado está Moab que ya no es pueblo, porque contra Yahveh
se engrandeció.

43 Pánico, hoya y trampa contra ti, morador de Moab, - oráculo de
Yahveh.

44 El que huya del pánico, caerá en la hoya y el que suba de la hoya
será preso en la trampa, porque voy a hacer que se llegue a ella, a Moab, el
año de su castigo - oráculo de Yahveh -.

45 A la sombra de Jesbón se pararon sin fuerza los fugitivos, cuando
fuego salió de Jesbón y llama de la casa de Sijón, y devoró las
sienes de
Moab y el cráneo de los hijos del ruido.

46 ¡Ay de ti Moab! Pereció el pueblo de Kemós, pues han sido
tomados sus hijos en cautiverio y sus hijas en cautividad.

47 Pero yo haré volverse a los cautivos de Moab en días futuros -
oráculo de Yahveh -. Hasta aquí la sentencia de Moab.