8 Huid, dad media vuelta, buscad profunda morada, moradores de
Dedán, porque el infortunio de Esaú he traído sobre él, la hora de su visita.
9 Si vinieran a ti vendimiadores, ¿no dejarían rebuscos? Si ladrones
por la noche, dañarían hasta donde les bastase.
10 Pues bien, yo he desnudado a Esaú, he descubierto sus secretos,
estar oculto no puede. Ha sido aniquilado su linaje, sus hermanos y vecinos,
y él mismo no aparece.
11 Deja a tus huérfanos, yo haré que vivan, y tus viudas en mí
confiarán.