34 Me comió, me arrebañó el rey de Babilonia, me dejó como
cacharro vacío, me tragó como un dragón, llenó su vientre con mis buenos
trozos, me expulsó.
35 «Mi atropello y mis sufrimientos sobre Babilonia», dirá la
población de Sión; y «mi sangre sobre los habitantes de Caldea», dirá
Jerusalén.
36 Por tanto, así dice Yahveh: Heme aquí, que defiendo tu causa y
vengo tu venganza, y deseco el mar de el y dejo enjuto su hontanar,
37 y vendrá a ser Babilonia montón de piedras, guarida de chacales,
tema de pasmo y rechifla, sin ningún habitante.
38 A una cual leones rugen, gruñen como cachorros de leonas.
39 En teniendo ellos calor les serviré su bebida y les embriagaré de
modo que se alegren, y dormirán un sueño eterno y no se despertarán
-
oráculo de Yahveh -.