54 Suenan gritos de socorro desde Babilonia, y un fragor desde
Caldea.
55 Es que devasta Yahveh a Babilonia, apaga de ella el gran ruido, y
mugen sus olas como las de alta mar, cuyo son es estruendoso.
56 Es que viene sobre ella, sobre Babilonia el devastador, van a ser
apresados sus valientes, se han aflojado sus arcos. Porque Dios retribuidor
es Yahveh: cierto pagará.
57 Yo embriagaré a sus jefes y a sus sabios, a sus gobernadores y a
sus magistrados y a sus valientes, y dormirán un sueño eterno y no
se
despertarán - oráculo del Rey cuyo nombre es Yahveh Sebaot -.