Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Jeremías 6, 18-29

18 Por tanto, oíd, naciones, y conoce, asamblea, lo que vendrá sobre

19 oye, tierra: He aquí que traigo desgracia a este pueblo, como fruto

de sus pensamientos, porque a mis razones no atendieron, y por lo
que
respecta a mi Ley, la desecharon.

20 - ¿A qué traerme incienso de Seba y canela fina de país remoto? Ni
vuestros holocaustos me son gratos, ni vuestros sacrificios me complacen.

21 Por tanto, así dice Yahveh: Mirad que pongo a este pueblo
tropiezos y tropezarán en ellos padres e hijos a una, el vecino y su prójimo
perecerán.

22 Así dice Yahveh: Mirad que un pueblo viene de tierras del norte y
una gran nación se despierta de los confines de la tierra.

23 Arco y lanza blanden, crueles son y sin entrañas. Su voz como la
mar muge, y a caballo van montados, ordenados como un solo hombre para
la guerra contra ti, hija de Sión.

24 - Oímos su fama, flaquean nuestras manos, angustia nos asalta,
dolor como de parturienta.

25 No salgáis al campo, no andéis por el camino, que el enemigo lleva
espada: terror por doquier.

26 - Hija de mi pueblo, cíñete de sayal y revuélcate en ceniza, haz por
ti misma un duelo de hijo único, una endecha amarguísima, porque en
seguida viene el saqueador sobre nosotros.

27 - A ti te puse en mi pueblo por inquisidor sagaz para que
examinaras y probaras su conducta.

28 - Todos ellos son rebeldes que andan difamando; bronce y hierro;
todos son degenerados.

29 Jadeó el fuelle, el plomo se consumió por el fuego. En vano afinó
el afinador, porque la ganga no se desprendió.