23 Lo que les mandé fue esto otro: «Escuchad mi voz y yo seré
vuestro Dios y vosotros seréis mi pueblo, y seguiréis todo camino que yo os
mandare, para que os vaya bien.»
24 Mas ellos no escucharon ni prestaron el oído, sino que procedieron
en sus consejos según la pertinacia de su mal corazón, y se
pusieron de
espaldas, que no de cara;
25 desde la fecha en que salieron vuestros padres del país de Egipto
hasta el día de hoy, os envié a todos mis siervos, los profetas,
cada día
puntualmente.