26 Pero no me escucharon ni aplicaron el oído, sino que atiesando la
cerviz hicieron peor que sus padres.
27 Les dirás, pues, todas estas palabras, mas no te escucharán. Les
llamarás y no te responderán.
28 Entonces les dirás: Esta es la nación que no ha escuchado la voz de
Yahveh su Dios, ni ha querido aprender. Ha perecido la lealtad, ha
desaparecido de su boca.
29 Córtate tus guedejas y tíralas, y entona por los calveros una elegía;
que Yahveh ha desechado y repudiado a la generación objeto de su cólera.
30 Los hijos de Judá han hecho lo que me parece malo - oráculo de
Yahveh -: han puesto sus Monstruos abominables en la Casa que llaman por
mi Nombre profanándola,