16 Desde Dan se deja oír. el resuello de sus caballos. Al relincho
sonoro de sus corceles tembló la tierra toda. Vendrán y comerán el país y
sus bienes, la ciudad y sus habitantes.»
17 - Sí, he aquí que yo envío contra vosotros sierpes venenosas contra
las que no existe encantamiento, y os picarán - oráculo de Yahveh -.
18 Sin remedio el dolor me acomete, el corazón me falla;
19 he aquí el grito lastimero de la hija de mi pueblo desde todos los
rincones del país: «¿No está Yahveh en Sión? ¿su Rey no mora ya en ella?
(¿Por qué me han irritado con sus ídolos, con esas Vanidades traídas
del
extranjero?)