...la Biblia de Jerusalén
Job 15, 2-18
2 ¿Responde un sabio con una ciencia de aire, hincha su vientre de
solano,
3 replicando con palabras vacías, con discursos inútiles?
4 ¡Tú llegas incluso a destruir la piedad, a anular los piadosos
coloquios ante Dios!
5 Ya que tu culpa inspira tus palabras, y eliges el hablar de los astutos,
6 tu propia boca te condena, que no yo, tus mismos labios atestiguan
contra ti.
7 ¿Has nacido tú el primero de los hombres? ¿Se te dio a luz antes que
a las colinas?
8 ¿Escuchas acaso los secretos de Dios? ¿acaparas la sabiduría?!
9 ¿Qué sabes tú, que nosotros no sepamos? ¿qué comprendes, que a
nosotros se escape?
10 ¡También entre nosotros hay un cano, un anciano, más cargado de
días que tu padre!
11 ¿Te parecen poco los consuelos divinos, y una palabra que con
dulzura se te dice?
12 ¡Cómo te arrebata el corazón, qué aviesos son tus ojos,
13 cuando revuelves contra Dios tu furia y echas palabras por la boca!
14 ¿Cómo puede ser puro un hombre? ¿cómo ser justo el nacido de
mujer?
15 Si ni en sus santos tiene Dios confianza, y ni los cielos son puros a
sus ojos,
16 ¡cuánto menos un ser abominable y corrompido, el hombre, que
bebe la iniquidad como agua!
17 Voy a instruirte, escúchame, voy a contarte lo que he visto,
18 lo que transmiten los sabios, sin pasar por alto nada de sus padres,