...la Biblia de Jerusalén
Job 19, 21-24
21 ¡Piedad, piedad de mí, vosotros mis amigos, que es la mano de
Dios la que me ha herido!
22 ¿Por qué os cebáis en mí como hace Dios, y no os sentís ya ahítos
de mi carne?
23 ¡Ojalá se escribieran mis palabras, ojalá en monumento se
grabaran,
24 y con punzón de hierro y buril, para siempre en la roca se
esculpieran!