...la Biblia de Jerusalén
Job 19, 23-27
23 ¡Ojalá se escribieran mis palabras, ojalá en monumento se
grabaran,
24 y con punzón de hierro y buril, para siempre en la roca se
esculpieran!
25 Yo sé que mi Defensor está vivo, y que él, el último, se levantará
sobre el polvo.
26 Tras mi despertar me alzará junto a él, y con mi propia carne veré a
Dios.
27 Yo, sí, yo mismo le veré, mis ojos le mirarán, no ningún otro.
¡Dentro de mí languidecen mis entrañas!