...la Biblia de Jerusalén
Job 21, 4-14
4 ¿Acaso me quejo yo de un hombre? ¿Por qué entonces no he de ser
impaciente?
5 Volved hacia mí: quedaréis espantados y la mano pondréis en
vuestra boca.
6 Que yo mismo me horrorizo al recordarlo, y mi carne es presa de un
escalofrío.
7 ¿Por qué siguen viviendo los malvados, envejecen y aún crecen en
poder?
8 Su descendencia ante ellos se afianza, sus vástagos se afirman a su
vista.
9 En paz sus casas, nada temen, la vara de Dios no cae sobre ellos.
10 Su toro fecunda sin marrar, sin abortar su vaca pare.
11 Dejan correr a sus niños como ovejas, sus hijos brincan como
ciervos.
12 Cantan con arpa y cítara, al son de la flauta se divierten.
13 Acaban su vida en la ventura, en paz descienden al seol.
14 Y con todo, a Dios decían: «¡Lejos de nosotros, no queremos
conocer tus caminos!