...la Biblia de Jerusalén
Job 22, 2-16
2 ¿Acaso a Dios puede un hombre ser útil? ¡Sólo a sí mismo es útil el
sensato!
3 ¿Tiene algún interés Sadday por tu justicia? ¿Gana algo con que seas
intachable?
4 ¿Acaso por tu piedad él te corrige y entra en juicio contigo?
5 ¿No será más bien por tu mucha maldad, por tus culpas sin límite?
6 Porque exigías sin razón prendas a tus hermanos, arrancabas a los
desnudos sus vestidos,
en él,
7 no dabas agua al sediento, al hambriento le negabas el pan;
8 como hombre fuerte que hace suyo el país, y, rostro altivo, se sitúa
9 despachabas a las viudas con las manos vacías y quebrabas los
brazos de los huérfanos.
10 Por eso los lazos te aprisionan y te estremece un pavor súbito.
11 La luz se hace tiniebla, y ya no ves, y una masa de agua te
sumerge.
12 ¿No está Dios en lo alto de los cielos? ¡Mira la cabeza de las
estrellas, qué altas!
13 Y tú has dicho: «¿Qué conoce Dios? ¿Discierne acaso a través del
nublado?
14 Un velo opaco son las nubes para él, y anda por el contorno de los
cielos.»
15 ¿Vas a seguir tú la ruta antigua que anduvieron los hombres
perversos?
16 Antes de tiempo fueron aventados, cuando un río arrasó sus
cimientos.