...la Biblia de Jerusalén
Job 23, 5-12
5 Sabría las palabras de su réplica, comprendería lo que me dijera.
6 ¿Precisaría gran fuerza para disputar conmigo? No, tan sólo tendría
que prestarme atención.
7 Reconocería en su adversario a un hombre recto, y yo me libraría de
mi juez para siempre.
8 Si voy hacia el oriente, no está allí; si al occidente, no le advierto.
9 Cuando le busco al norte, no aparece, y tampoco le veo si vuelvo al
mediodía.
10 Pero él mis pasos todos sabe: ¡probado en el crisol, saldré oro puro!
11 Mi pie se ha adherido a su paso, he guardado su ruta sin desvío;
12 del mandato de sus labios no me aparto, he albergado en mi seno
las palabras de su boca.