6 Lugar donde las piedras son zafiro y contienen granos de oro.
7 Sendero que no conoce el ave de rapiña, ni el ojo del buitre lo
columbra.
8 No lo pisaron los hijos del orgullo, el león jamás lo atravesó.
9 Aplica el hombre al pedernal su mano, descuaja las montañas de
raíz.
10 Abre canales en las rocas, ojo avizor a todo lo precioso.
11 Explora las fuentes de los ríos, y saca a luz lo oculto.
12 Mas la Sabiduría, ¿de dónde viene? ¿cuál es la sede de la
Inteligencia?
13 Ignora el hombre su sendero, no se le encuentra en la tierra de los
vivos.
14 Dice el Abismo: «No está en mí», y el Mar: «No está conmigo.»
15 No se puede dar por ella oro fino, ni comprarla a precio de plata,
16 ni evaluarla con el oro de Ofir, el ágata preciosa o el zafiro.
17 No la igualan el oro ni el vidrio, ni se puede cambiar por vaso de
oro puro.
18 Corales y cristal ni mencionarlos, mejor es pescar Sabiduría que
perlas.
19 No la iguala el topacio de Kus, ni con oro puro puede evaluarse.
20 Mas la Sabiduría, ¿de dónde viene? ¿cuál es la sede de la
Inteligencia?
21 Ocúltase a los ojos de todo ser viviente, se hurta a los pájaros del
cielo.
22 La Perdición y la Muerte dicen: «De oídas sabemos su renombre.»
23 Sólo Dios su camino ha distinguido, sólo él conoce su lugar.
24 (Porque él otea hasta los confines de la tierra, y ve cuanto hay bajo
los cielos.)
25 Cuando dio peso al viento y aforó las aguas con un módulo,
26 cuando a la lluvia impuso ley y un camino a los giros de los
truenos,
27 entonces la vio y le puso precio, la estableció y la escudriñó.
28 Y dijo al hombre: «Mira, el temor del Señor es la Sabiduría, huir
del mal, la Inteligencia.»