...la Biblia de Jerusalén
Job 3, 2-13
2 Tomó Job la palabra y dijo:
3 ¡Perezca el día en que nací, y la noche que dijo: «Un varón ha sido
concebido!»
4 El día aquel hágase tinieblas, no lo requiera Dios desde lo alto, ni
brille sobre él la luz.
5 Lo reclamen tinieblas y sombras, un nublado se cierna sobre él, lo
estremezca un eclipse.
6 Sí, la oscuridad de él se apodere, no se añada a los días del año, ni
entre en la cuenta de los meses.
7 Y aquella noche hágase inerte, impenetrable a los clamores de
alegría.
8 Maldíganla los que maldicen el día, los dispuestos a despertar a
Leviatán.
9 Sean tinieblas las estrellas de su aurora, la luz espere en vano, y no
vea los párpados del alba.
10 Porque no me cerró las puertas del vientre donde estaba, ni ocultó a
mis ojos el dolor.
11 ¿Por qué no morí cuando salí del seno, o no expiré al salir del
vientre?
12 ¿Por qué me acogieron dos rodillas? ¿por qué hubo dos pechos
para que mamara?
13 Pues ahora descansaría tranquilo, dormiría ya en paz,